24 de abril de 2013

Indefensión aprendida



Tal vez, en alguna ocasión has sentido algo parecido a esto:
“Qué más da lo que haga, si al final todo sale mal”.

O esto…
“No puedo hacer nada por evitarlo”.

Incluso esto…
“Me lo merezco porque soy un inútil”

Sentirse indefenso ante cualquier aspecto de la vida, es lo que se denomina Indefensión Aprendida. Básicamente, cuando ante repetidos intentos de modificar una situación desagradable no se consiguen los resultados que se esperaban, se cae en un estado de desmotivación que lleva a la pasividad. Esa frustración hace que cese cualquier iniciativa de cambiar las cosas.

La indefensión aprendida es muy común en los inicios de la depresión y problemas de ansiedad. Suele estar muy presente en mujeres maltratadas, en niños y adolescentes con fracaso escolar…

Ocurre porque se activa la creencia de que no se tiene el poder de cambiar la situación, ya sea porque nos lo impone una persona externa o uno mismo, y se llega a tomar como una verdad absoluta.

Para evitarlo, el primer paso es identificar que este tipo de pensamientos están presentes. Una vez que somos conscientes, es necesario generar alternativas. Es posible que uno mismo no las encuentre fácilmente, para ello se puede recurrir a alguien que  ayude a buscar  soluciones. La realidad es que verdaderamente TIENES el poder de cambiar las cosas, tal vez no sepamos cómo todavía, pero PUEDES cambiarlas.